Por: Víctor Araújo
@Araujo_Vic
Junio es
sinónimo de dos cosas: el inicio de las vacaciones y la celebración del día del
padre. A la gente se le olvida que hay otras celebraciones en el mes de junio.
Está el día mundial del medio ambiente, el día en que pusieron a Negros Bien
Altos a jugar baloncesto, el 21 de junio se celebra el nuevo año Aymara en
Bolivia, nace San Juan Bautista, incluso en junio murió la gran estrella
Michael Jackson, pero a falta de una nace otra, Messi.
Junio tiene
sus buenas fechas, pero me centraré en el día del padre. Yo no sé la historia
de por qué se celebra en esta fecha, pero tengo una hipótesis compartida con un
gran sector social. Es un día para activar el comercio, como el día del amor y
la amistad, aunque ahora se inventaron el día de los amigos. (Pensé que uno
estaba condensado en el otro, pero parece que no).
La excusa:
padres celosos porque las madres tienen su día y ellos no. A mi papá le gusta
que un día la atención esté centrada en él, pero no creo que hiciera parte del
movimiento revolucionario de papás inconformes. Si quitamos el valor de pesos
de la ecuación, es bonito que los padres tengan un día en el que se les
reconozca públicamente su labor. Ojalá este día no sólo fuera la excusa o el
pretexto para tener el valor de decirles a nuestros papás lo mucho que los
queremos, sino que fuera un ejercicio diario, pero con mayor énfasis para esta
fecha.
Y ¿qué es
un papá? Es un señor, la mayoría de veces hombre. Su trabajo es aportar el gen
que determinará el sexo de los hijos. Si tiene hijas, se convertirá en el
ejemplo del hombre que deben conseguir para casarse y si son varones, en el
ejemplo de hombre en el cual deberíamos convertirnos y mejorar.
Es
chistoso, en un día como hoy, pocos se quejan del papá que tienen. Ya tienen
364 días para lamentarse. La verdad es que ser papá es una labor complicada. Es
un ser gaseoso que debe velar por los intereses familiares, ser riguroso con la
enseñanza de sus hijos, pero al mismo tiempo tiene que ser un papá “play” o
buena onda. No es raro que ante semejante paradoja sintamos amor y rabia hacia
nuestro papá, pero al final del día lo amamos por lo que es.
Esta mañana
le escribí esto a mi papá, a su Blackberry (papá buena onda) un sentimiento
universal que refleja mi gratitud por tantos años de esfuerzo y trabajo. Para
ti, papá y para todos los que son, han sido y van a ser padres, las siguientes
palabras.
“Algún día
del pasado, sólo imaginabas y fantaseabas con lo que era ser papá. Tenías
grandes metas y sueños, te imaginaste tu vida ideal al lado de una persona que
te amara por siempre, unos hijos y quizás un perro. Pero luego pasaron los años
y los planes cambiaron. A pesar de tener la familia y las cosas que alguna vez
soñaste, te diste cuenta que no fue fácil y que todo resultó ser mejor
incluyendo las adversidades y los obstáculos. Saliste adelante como esposo,
profesional y como padre.
Yo nunca he
pensado en cómo sería tener un papá diferente al que tengo. No miro otras
familias y deseo haber tenido otro papá, creo que los otros te miran y se
preguntan por qué no tienen un papá como el mío.
Con tus
virtudes y tus defectos al final eres un ser humano más, no un súper hombre,
como siempre te he querido ver.
Papá, este
día, en realidad, lo celebramos todos los días. Todos los días son el día del
padre mientras yo me despierte pensando que hay una persona extrañándome,
cuando hablamos, cuando bromeamos, cuando orgullosamente puedo decir que
todavía tengo un papá en vida el cual trato de disfrutar en cualquier
oportunidad.
No soy el
hijo perfecto, pero sin duda soy la tercera criatura que te llamó “papá”. No
soy el más detallista contigo, pero si el más preocupado por tus cosas. No soy
el más hablador, pero reconoces con facilidad en mi mirada cuando me pasa algo.
No soy el más juicioso, pero si el más preocupado por tu tranquilidad.
Hoy, en la
distancia, sólo me queda recordarte y pensarte mucho. Preferí escribirte,
porque me siento más cómodo haciéndolo y porque muchas veces cuando hablas de
mi abuelo, te refieres a él como un gran orador y escritor. Quizás eso era lo
que quería cuando decidí escribirte, que pudieras recordar a tu padre en las
sonsas y poco elaboradas palabras de tu hijo. Te amo papá.”